San Francisco, uno de los barrios más polémicos y controvertidos de la Villa de Bilbao. En él, entre otras cosas, está muy presente la prostitución. Pero, ¿cómo ha cambiado el barrio en éste aspecto? Lo analizamos aquí:
Las estudiantes de la UPV/EHU del campus de Leioa tuvieron la oportunidad de asistir a la obra teatral interactiva que pretendía que las participantes se replanteasen el futuro laboral
Ares MARBÀ SERA
Año 2215. El panorama
mundial ha dado un giro de 180 grados, el escenario es incomparable al actual
2015. Dos tribus confrontadas: Ur y Lur. Las habitantes de Ur en los huesos
pero con saliva y Urs albergando residentes con un índice de masa corporal por
las nubes. Ur sin comida, Lur sin agua. Se necesitan mutuamente, mas la
cooperación no parece ser una opción. Dos únicas alternativas para las
estudiantes ahora también vecinas en ese lejano futuro: “Morir de sed o morir
de hambre”. Las implicadas comenzaban a escribir el argumento de la obra
participativa, ¿pero disponían todas de pluma?
Las alumnas que
participaron en la obra teatral interactiva de la cuarta edición de
Etorkizulan, organizada a través de Zitek, ya estaban dentro la atmosfera
dramática. Antes de comenzar solo conocían un dato, se trataba de una obra
teatral que se realiza cada dos años con propósito de enfrentarse al mundo
laboral. El escenario seleccionado para el desarrollo de la trama fue La Sala
Magna del campus de Leioa de la UPV/EHU.
En cuanto cada espectador
seleccionó la tribu a la cual quería pertenecer, según prefería abastecerse de comida o abastecerse de agua, se
les reformuló otra pregunta: “¿Sois valientes?”. Las que asintieron no
solamente fueron bautizadas, sino que les esperaba, además, una travesía repleta
de acertijos por descifrar. El resto, tildados de “cobardes”, accedían a otra labor,
la de la penosa contemplación. Un rol meramente pasivo. No hay voz, no hay
voto.
Pasearon por el oasis de
Ur y tuvieron el placer de conocer a sus habitantes. Pero si algo singularizaba
a ambas aldeas eran los problemas. Los asuntos internos eran tan ariscos que
incluso la dependencia mutúa de ambas tribus parecía el menor de los problemas.
Tanto a Ur como a Lur les singularizaba
una sociedad totalmente jerarquizada repleta de inconvenientes. Una mujer fue
asesinada por el cabecilla del clan de los poseedores del agua por, según un propio
compañero, robar una de las pocas patatas de las que disponían. Los castigos
fueron constantes. Las “cobardes” no poseíamos derecho a decir nada. Mientras tanto,
los espléndidos valientes desmantelaban los enigmas de la tribu contraria.
¡Qué gran papel el de esos formidables valientes! Gracias a sus hallazgos dos pueblos hasta entonces enfrentados, se encontraban cara a cara para una resolución final. Las asistentes discrepaban en cuanto a la resolución: “Matémosles y quedémonos su comida!”, “¡Cojámoslos de esclavos”. “Cooperemos”, emanaba tímidamente entre los gritos. Pero en ese preciso instante, fin del espectáculo. Se bajó el telón.
“Los valientes, arriesgan. Deberíais arriesgar
también en el mundo laboral”, exponía el propulsor de Zitek. Tras que se bajara
el telón se expuso a las estudiantes el significado de lo trascurrido. Según se
expuso, la valentía ofrece la posibilidad de no subordinarte a decisiones
ajenas, otorga a su vez, la posibilidad de tomar decisiones propias y no tener
que subordinarse a un superior. Las estudiantes se enfrentan a un mundo laboral
difícil, y ante la situación, Zitek apoya y guía a todas aquellas que apuesten
por emprender, por ser autónomas y crear su propia empresa. Las valientes
representaron a este último grupo. Las “cobardes” se ahogaban en su propio
oasis.
Entre las estudiantes,
hubo discrepancias. Muchas quedaron maravilladas con los valores laborales que transmitía
la obra. Otras, por su parte, más que molestas. Ante un sistema económico y
político precario, ante un capitalismo que no acabará con las clases sociales
puesto que la jerarquización en sí misma es la base de su funcionamiento ¿deben
las jóvenes adaptarse al sistema porque no les queda más remedio? Algunas discreparon
en cuanto a la alternativa que se planteó en base a la penosa situación laboral
de paro juvenil. Para algunas emprender es una necesidad a la que optar por motivos económicos cuando no quede más remedio, prefieren ser emprenedores en todas esas materias que cubran necesidades sociales y hacerlo promovidas por cuestiones éticas, muy distantes de las puramente materiales.
En la reunión estuvieron
presentes miembros de distintos ámbitos de la organización; desde los grupos de
catecumenado hasta las comunidades cristianas
Jon MARTÍNEZ
La fundación Itaka-Escolapios dio
el pistoletazo de salida al cuso 2015-2016 celebrando la Asamblea Inicial en el
salón de actos del colegio Escolapios de Bilbao. Un recinto que, sin duda
alguna, se quedó pequeño para albergar a todos los que acudieron a la cita en
la calurosa mañana del sábado.
Pasados cinco minutos de la hora
(11:00) a la que estaba prevista que empezase el acto, el grupo de Opción
Catecumenal comenzó con la oración de inicio, que sirvió para centrar a todos
los asistentes y para concienciarles de que era una mañana de reflexión para
con los demás. Tras esto, se hicieron tres grupos que fueron pasando a lo largo
de toda la asamblea por distintos puntos del colegio para, de manera profunda y
minuciosa, analizar y hacer autocrítica sobre los proyectos que tiene en
funcionamiento la Fundación: “Ojalá” (para la alfabetización de inmigrantes),
el “Movimiento Calasanz” (los grupos skaut del colegio) y “Aukera” (para la
reinserción de jóvenes inmigrantes al mundo laboral).
Pese a que en algún caso se hizo
demasiado pesado, todos los grupos llegaron a la conclusión de que les había
resultado ameno y de que había servido para darle una vuelta al pensamiento de
muchos miembros sobre estas encomiendas. En ese sentido se dirigió a los
asistentes Joseba Alzola, coordinador de los proyectos de la fundación, quien
destacó que “mucha gente piensa que hacemos mucho menos de lo que de verdad
hacemos”, y aprovechó para remarcar (como de costumbre en cada Asamblea) que en
2012 se recibió el premio Europeo de la Empresa al medio ambiente que, según “El
Correo”, destaca el “carácter social” de la organización. “Sé que lo recibimos
hace tres años, pero nunca está de más recordarlo”, expresó Alzola.
Como colofón final, los
asistentes pudieron disfrutar de una excelsa comida preparada por la empresa
Montaño, que sirvió para dar por finalizada la Asamblea Inicial del curso
2015-2016 de la Fundación Itaka-Escolapios.